La industria y el azúcar nos están matando.
La cantidad de azúcar en los alimentos procesados no es accidental, la industria hace grandes esfuerzos para calcular científicamente la combinación exacta de ingredientes que harán que se nos antojen sus productos, la cual es llamada el Punto de la Felicidad.
El Dr. Howard Moskowitz, consultor de la industria
alimentaria durante mucho tiempo, es conocido como el “Dr. Felicidad”.
Moskowitz, matemático graduado de Harvard, analiza la reacción de las personas
y encuentra la cantidad óptima de azúcar para un producto - esencialmente,
ayuda a encontrar la zona
"Dorada". Y ha ganado millones para la industria del azúcar.11
El camino a la maestría de Moskowitz comenzó cuando fue contratado por el
ejército de Estados Unidos para investigar cómo hacer que los soldados
consumieran más porciones en el campo.
Con el paso del tiempo, los soldados no consumían porciones
adecuadas, ya que sus raciones de campaña eran tan aburridas que las tiraban a
medio comer y no obtenían las calorías que necesitaban. A través de esta
investigación, Moskowitz descubrió la “saciedad sensorial específica”. Esto
significa que, los grandes sabores tienden a agobiar al cerebro, el cual
responde reprimiendo el deseo de comer más.
Sin embargo, la saciedad sensorial específica es anulada por
el complejo perfil de sabor que despierta a las papilas gustativas lo
suficiente para seducirlas, pero no tienen un sabor distintivo único y
predominante que le indique al cerebro que hay que parar de comer. La fórmula
mágica nos da el “punto de la felicidad” y permite que la industria de
alimentos procesados haga esfuerzos deliberados para hacernos comer en exceso.
La combinación “Dorada” de azúcar, sal y grasa hace que los alimentos
procesados sean tan adictivos.
El documental “Los Secretos del Azúcar” nos cuenta la
historia sobre cómo la industria alimentaria ha sabido durante décadas sobre la
relación entre una alimentación a base de productos procesados y las
enfermedades. En una misión para cambiar cómo opera la industria del
azúcar, Cristin Kearns Couzens, dentista del Colorado Community Care, tropezó
con evidencia que indica que ya estaban preocupados acerca del papel del azúcar
en las enfermedades cardíacas, desde el inicio de la década de los 70.
La industria del azúcar estaba muy preocupada acerca del
imperioso libro Pure White and Deadly (Pura, Blanca y Mortal) (1972) del
nutriólogo británico John Yudkin, en el cual presentó décadas de
investigaciones que señalaban hacia el azúcar alimenticia - en vez de la grasa
- como el factor subyacente en la obesidad y la diabetes.
La Sugar Association financió secretamente un libro blanco
llamado “Sugar in the Diet of Man” (El Azúcar en la Alimentación del Hombre)
que afirmó que el azúcar no sólo era segura y saludable, sino importante. No
sólo lo financiaron, sino que también hicieron que pareciera un estudio
independiente.
El mayor defensor de la Sugar Association fue Ancel Keyes, quien,
con financiamiento de la industria, ayudó a destruir la reputación de Yudkin al
etiquetarlo como un charlatán. La calumniante campaña tuvo un gran éxito y le
puso un alto a las investigaciones del azúcar.
Las personas que se benefician del azúcar siempre han sido
muy adeptas a aplastar las voces discordantes en todos lados, incluso en los
pasillos de la ciencia. Callar al azúcar permitió que la grasa continuara su
mala reputación como el villano de la alimentación, a pesar de la falta de
apoyo científico.
El siglo XXI trajo sodas de enorme tamaño así como problemas
de salud gigantescos y, la industria alimentaria continúa mirando hacia el lado
opuesto – en espera de que no nos demos cuenta de la verdad.
La evidencia muestra claramente que el azúcar refinado y la
fructuosa procesada son factores importantes subyacentes de la obesidad y la
enfermedad crónica. Si quiere normalizar su peso y reducir dramáticamente el
riesgo a padecer enfermedades como cardiopatía, cáncer, diabetes y Alzheimer,
debe afrontar su consumo de alimentos procesados.
El azúcar refinado y la fructuosa, los granos y todos
carbohidratos almidonados que forman azúcares son altamente responsables de la
reacción adversa de su cuerpo hacia la insulina y la leptina y, este
desequilibrio metabólico es responsable de muchas de las enfermedades crónicas
que vemos actualmente.
Si es resistente a la insulina o a la leptina, tiene
diabetes, presión arterial alta, enfermedades cardiacas o tiene sobrepeso, el
doctor Mercola recomienda -lo ideal sería que limitara su consumo total de
azúcar o fructuosa a 15 gramos al día, hasta que la resistencia a la insulina o
leptina se haya resuelto. Para todos los demás, recomiendo limitar el consumo
diario de fructuosa a 25 gramos o menos. La forma más fácil de lograrlo es
cambiar los alimentos procesados por alimentos enteros e idealmente orgánicos,
lo que significa cocinar desde cero con ingredientes frescos.-Fuente: http://www.mercola.com/
Consuma Alimentos sin Azúcar
Nuestro objetivo de promover el consumo de alimentos orgánicos es obtener una alimentación sana para nosotros, alimentación saludable para niños, nuestros hijos, la familia y para el ecosistema.